Nacido en tierra caliente,
húmeda, abundante,
de esas que enseñan a amar la vida.
Llena de agua, de frutos y poseedora de un verdor
que engalana el corazón de los huastecos,
criados bajo el son de los huapangos,
que, como tú, vivieron su infancia,
bajo un calor que les cobija el alma.
Años después te conocí,
intentando echar raíz en el desierto del Potosí,
trazando junto a la Luna, el sueño de Calderón
y así dos se hicieron tres,
un 6 de mayo llegué,
una canción me regalaste,
tu voz y tu guitarra
tesoros de mi corazón.
Entre tus brazos crecí,
para después describir,
que nada es para siempre.
La luna se quebró,
a la ausencia nos llenó,
la distancia nos unió,
y el silencio nos invadió.
La niña que pierde a su padre,
la historia que se reescribe,
al sentir de un corazón
que despierta en primavera,
antes los dioses caídos,
la mujer que ahora soy,
postrada de rodillas,
escucha la vida
sagrado espacio, gritar:
¡Así de la tierra es tu padre!
Así de la tierra es mi padre.
Así de la tierra soy yo,
Sangre de su sangre,
intentando revelar la poesía del corazón
Aquel que te amó desde el comienzo,
que te ama, y te amará
toda la eternidad
pues hija de mi padre, soy.
Gratitud al espíritu cósmico creador por permitir que mi primer escrito publicado sea poesía para a mi papá y forme parte de ésta publicación dedicada al padre. #felicidadesespoderescribir
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